martes, 31 de octubre de 2017

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Ateroembolismo. Embolismo de cristales de colesterol


Haga click sobre las imágenes para ampliarlas En la imagen superior se observa coloración azulada de los dedos con livedo reticularis, que aparecieron posteriormente a cateterismo cardiaco para coronariografía. Sugestivos de embolias de colesterol
En la imagen del centro se observan lesiones típicas de ateroembolismo en pies de un paciente de 65 años que se sometió a cateterismo de corazón izquierdo por vía femoral 4 semanas antes . Desarrolló insuficiencia renal no oligúrica (creatinina 5,5 mg%), y livedo reticularis con infartos cutáneos en ambos pies con pulsos preservados. Un eco transesofágico de la aorta descendente (foto inferior) mostró múltiples lesiones pedunculadas, móviles, presuntamente ateromas, probable fuente del embolismo
El embolismo por cristales de colesterol es una entidad poco frecuente que se da en personas con enfermedad arteroesclerótica de forma espontánea o tras la realización de manipulación vascular (cateterismos arteriales, arteriografías, cirugía cardiovascular...) o más raramente con el tratamiento con anticuagulantes orales y/o heparina o tras fibrinolisis. Da una variada sintomatología según el territorio arterial afecto y así existen desde formas diagnosticadas en necropsias hasta formas de clínica florida. Las más frecuentes son las manifestaciones cutáneas con aparición de livedo reticularis y/o dedos púrpuras que pueden ir acompañado de necrosis de miembros inferiores, seguida de la afectación renal y de la gastrointestinal. El diagnóstico se basa en la visualización de cristales de colesterol en biopsia del órgano afecto a nivel de arteriolas, sobre todo la biopsia cutánea, muscular y en algún caso renal. En cuanto al tratamiento es sintomático con analgésicos, antiagregantes plaquetarios, antiinflamatorios, etc., pero el curso del proceso es independiente del aplicado y no cambia la evolución del mismo. Existe una clara contraindicación al uso de anticuagulantes orales y heparina.

Bibliografía:
Ramdas G. Pai, M.D. J. Thomas Heywood, M.D. Veterans Affairs Medical CenterLoma Linda, CA 92357
Abdelmalek MF, Spittell PC. 79-Year-old woman with blue toes. Mayo Clin Proc 1995;70:292-295
Moolenaar W, Lamers CBHW. Cholesterol Crystal Embolization in the Netherlands. Arch Intern Med 1996; 156: 653-57.
SANTAMARIA, A., PERELLO, A., BERENGUER, A. et al. Embolismo por cristales de colesterol: A propósito de un caso. An. Med. Interna (Madrid). [online]. 2001, vol. 18, no. 4

Cual es el diagnóstico

Cual es el diagnóstico? Pericarditis constrictiva. Calcificación pericárdica



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Este paciente desarrolló constricción pericárdica debido a calcificación del pericardio


Fuente: "The New England Journal of Medicine"

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Flegmasia cerulea dolens

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Esta mujer de 85 años recientemente diagnosticada de cancer de pulmón no oat cell de pulmón fue internada para alivio del dolor. Dos días después de la internación presentó coloración azulada del dedo gordo izquierdo. Un eco Doppler reveló trombosis venosa femoropoplítea izquierda. Comenzó anticoagulación con Heparina, pero hubo una progresiva inflamación y cianosis del miembro inferior (Figuras Ay B). La paciente fue sometida a la colocación de filtro de vena cava. La fluoroscopía demostró que el trombo había progresado a la vena ilíaca y a la vena cava inferior. La colocación del filtro fue exitosa. Sin embargo, a pesar de la anticoagulación intravenosa continuada y los intentos de trombectomía mecánica el cuadro evolucionó a la gangrena. La Flegmasia cerúlea dolens (pierna dolorosa azul), es una rara manifestación de trombosis venosa profunda y resulta de una trombosis masiva que compromete masivamente el retorno venoso, secundariamente arterial por aumento de la resistencia al flujo del mismo, y finalmente isquemia.
Fuente:
Kalleen Barham, M.D. Tina Shah, M.D. Albert Einstein Medical Center Philadelphia, PA 19141

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Coartación de aorta

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Esta mujer de 28 años se presentó con una historia de Hipertensión Arterial de 1 año de evolución que había sido diagnosticada durante su primer embarazo y tratada con Hidroclorotiazida y Amilorida. En el examen físico presentaba valores de 200/100 mmHg. Ella refirió no tener dolores torácicos, disnea o cefalea.
Se realizó esta Rx de torax.
Cual es el diagnóstico?
Además de la historia de HTA de 1 año de evolución de 200/100 en el brazo izquierdo el examen físico reveló un soplo mesosistólico grado 3/6 sobre la región anterior del torax y espalda. La Rx mostró los signos radiológicos típicos de la Coartación de aorta incluyendo las muescas costales (Figura 1A) debido a la erosión de los vasos colaterales dilatados y ectasia o dilatación de la aorta ascendente. La RMN mostró constricción de la luz aórtica hasta el origen de la arteria subclavia izquierda (Figura 1 Bflecha). Después de la reparación con stent (Figura 1 C flecha) la tensión arterial se normalizó. Después de 1 año de seguimiento ella continuó bien con TA 136/87 mmHg mientras tomaba 10 mg de Amlodipina.

Fuente:

Raul Quiros-Lopez, M.D. Javier Garcia-Alegria, M.D. Costa del Sol Hospital 29600 Marbella, Spain quiroslopez@hotmail.com

Diagnostico y tratamiento de la angina de pecho cronica

Diagnóstico y tratamiento de la angina de pecho crónicaAutor: American Heart Association  Fuente: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association  American College of Cardiology
INDICE:  1. Desar

Recomendaciones para pacientes con síndrome de dolor de angina de pecho crónica estable sospechosa de ser causada por isquemia cardíaca.Desarrollo
El texto completo de estas recomendaciones se encuentra en el sitio internet del American College of Cardiology (www.acc.org) y de la American Heart Association:(www.americanheart.org). Estas recomendaciones están dirigidas a los pacientes con síndrome de dolor de angina de pecho crónica estable sospechosa de ser causada por isquemia cardíaca. También están incluidos en estas recomendaciones los equivalentes de isquemia miocárdica como disnea y dolor con el esfuerzo.

ESTUDIOS

A- Recomendaciones para estudios de laboratorio, electrocardiograma (ECG) y radiografía de tórax.

Clase I


1. Hemoglobina
2. Glucemia
3. Perfil lipídico
4. ECG de reposo
5. Radiografía de tórax en pacientes con signos de insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), enfermedad valvular, patología del pericardio y disección aórtica o aneurisma.

Clase IIa

Radiografía de tórax en pacientes con signos o síntomas de enfermedad pulmonar.

Clase IIb

1. Radiografía de tórax en ausencia de patología pulmonar o de ICC
2. Tomografía computada.

Historia clínica

Clase I

Historia detallada de la sintomatología y examen físico enfocado a la parte cardiológica para detectar factores de riesgo. Con toda la información resultante el médico debe estimar el grado de enfermedad coronaria (bajo, intermedio, alto).

La angina de pecho es un síndrome clínico caracterizado por molestia o dolor precordial que también puede estar localizado en la mandíbula, el hombro y el brazo. Aumenta con el ejercicio y el estrés emocional y cede con la nitroglicerina.

Una alternativa para clasificar el complejo sintomático es a) angina típica, angina atípica y dolor de tórax inespecífico. La presencia de factores de riesgo (dislipidemia, diabetes, tabaquismo, hipertensión, antecedentes familiares de enfermedad coronaria prematura, y antecedentes personales de enfermedad vascular periférica y cerebral), aproxima el diagnóstico de enfermedad coronaria.

El ECG en reposo debe hacerse con las 12 derivaciones, sin embargo puede ser normal en >50% de los pacientes y esto no descarta la existencia de enfermedad coronaria severa. De todas maneras un ECG normal indica una función ventricular en reposo conservada y un pronóstico favorable. Por otra parte, la presencia de onda Q antigua, de signos de hipertrofia ventricular, o de cambios del ST, favorecen el diagnóstico de angina de pecho y empeoran el pronóstico.

La radiografía de tórax en general es normal, su utilidad es para descartar cardiomegalia, aneurisma ventricular izquierdo y congestión venosa pulmonar, que agravan el pronóstico.

B- Recomendaciones para ecocardiografía o estudio con radioisótopos

Clase I


1. Ecocardiografía en pacientes con un soplo sistólico de posible estenosis aórtica, insuficiencia mitral o miocardiopatía hipertrófica
2. Ecocardiografía o centelleograma radioisotópico cardíaco para determinar la función ventricular en pacientes con antecedentes de infarto de miocardio (IM), ondas Q patológicas, síntomas o signos de ICC o arritmias ventriculares

Clase IIb

Ecocardiografía en pacientes con presencia de click o soplo compatible con prolapso mitral.

Clase III

Ecocardiografía o centelleograma radioisotópico cardíaco en pacientes con ECG normal, sin antecedentes de IM, ni signos de ICC, enfermedad valvular o miocardiopatía.
La determinación de la función global del ventrículo izquierdo es innecesaria en los pacientes con angina crónica.
Luego de realizar la ecocardiografía el médico debe resolver 2 interrogantes:

1. ¿Existe lesión valvular primaria? De confirmarse, el paciente debe ser tratado según las recomendaciones de la ACC/AHA para patologías valvulares.
2. ¿Existe alteración ventricular que hace posible el diagnóstico de enfermedad coronaria? Si es así, el tratamiento a seguir se basará de acuerdo a una nueva evaluación de pronóstico/riesgo.Prueba de esfuerzo y ECG de ejercicio
C- Prueba de esfuerzo
Recomendaciones para ECG de ejercicio sin modalidad de imagen

Clase I

1. Pacientes catalogados de riesgo intermedio o de alto riesgo, incluyendo aquellos con bloqueo de rama derecha o infradesnivel del ST <1 mm.

3. Para confirmar la estratificación de riesgo

Clase IIb

1. Pacientes de bajo riesgo

2. Pacientes medicados con digoxina y un ECG de base con infradesnivel del ST <1 mm
Pacientes con criterios del ECG compatibles con hipertrofia del ventrículo izquierdo e infradesnivel del ST <1 mm.

Clase III

Para el diagnóstico de enfermedad coronaria en pacientes con las siguientes alteraciones:

a. Síndrome de preexitación (Wolff-Parkinson-White).
b. Ritmo ventricular por marcapaso
c. Infradesnivel del segmento ST >1 mm en reposo
d. Bloqueo completo de rama izquierda

La elección de la prueba de esfuerzo se basará en el ECG en reposo del paciente,
la capacidad física para efectuar el ejercicio, y el equipamiento y experiencia del observador.

En los pacientes con ECG normal que no están tomando digoxina, la prueba se iniciará con el ECG de ejercicio. En forma opuesta, la prueba de esfuerzo con imagen está indicada en pacientes con un infradesnivel del segmento ST >1 mm, bloqueo completo de rama izquierda, y marcapaso ventricular o preexitación. Los pacientes que no pueden efectuar prueba de esfuerzo físico, serán estudiados con prueba de esfuerzo farmacológica y registro por imágenes.

La interpretación de la prueba incluirá respuesta sintomática, capacidad de ejercicio, respuesta hemodinámica, y del ECG. Los hallazgos más importantes son: infradesnivel del ECG de 1 mm o más y supradesnivel de por lo menos 60 a 80 ms al término del complejo QRS. El dolor es otro marcador pronóstico y conviene usar el escore de Duke para isquemia inducida por el ejercicio.

D- Recomendaciones para ECG de ejercicio con modalidad de imagen

Clase I


1. Identificación de la extensión, severidad y localización de la isquemia en pacientes que no tienen bloqueo de rama izquierda o marcapaso ventricular o presentan un ECG de reposo o toman digoxina.
3. Imágenes de perfusión miocárdica con dipiridamol o adenosina en pacientes con bloqueo de rama izquierda o ritmo ventricular por marcapaso
4. Pacientes con síndrome de preexitación (Wolff-Parkinson-White) o más de 1 mm de infradesnivel del segmento ST en reposo
5. Pacientes que tuvieron procedimientos invasores previos

Clase IIb

1. Prueba con dobutamina o con ejercicio en pacientes con bloqueo de rama izquierda
3. Pacientes con ECG normal que no toman digoxina

Clase III

1. Pacientes con bloqueo de rama izquierda
2. Pacientes con patologías asociadas severas que limitan la expectativa de vida o contraindican procedimientos invasores.

Comentarios

La ecocardiografía y los estudios con radioisótopos son complementarios y por lo tanto agregan valor diagnóstico.

Siempre que sea posible, la prueba de ejercicio en cinta deslizante o con bicicleta se empleará como la forma más apropiada de prueba de esfuerzo. La incapacidad de efectuar este estudio constituye un factor pronóstico negativo importante en pacientes con enfermedad coronaria.

Para los pacientes que no pueden efectuar la prueba de ejercicio, se pueden emplear varios tipos de estrés farmacológicos que incluyen adenosina o dipiridamol para la perfusión miocárdica y dobutamina para la ecocardiografía. La selección del fármaco adecuado dependerá de factores específicos del paciente como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, ausencia de broncoespasmo, presencia de bloqueo de rama izquierda, marcapaso ventricular o la posibilidad de arritmias ventriculares.Estudio invasivo: angiografía coronaria
E- Estudio invasivo: angiografía coronaria

Clase I

1. Pacientes con angina crónica invalidante (Canadian Cardiovascular
Society [CCS] clases III y IV) a pesar del tratamiento médico
2. Pacientes estratificados como de alto riesgo de acuerdo al examen físico o los estudios no invasivos
3. Pacientes con angina que sobrevivieron a una muerte cardíaca súbita o a una arritmia ventricular severa
4. Pacientes con angina y síntomas y signos de ICC.

Clase IIa

1. Pacientes con diagnóstico indefinido luego de los estudios no invasores y en quienes el beneficio de la coronariografía supera los riesgos y costos del procedimiento
2. Pacientes que por diversas razones no pueden ser sometidos a estudios no invasivos
4. Pacientes que por razones laborales necesitan un diagnóstico definitivo.

Clase III

1. Pacientes con patologías asociadas severas en quienes el riesgo del procedimiento supera al beneficio
2. Pacientes con angina clase I o II que responden al tratamiento médico y no tienen evidencia de isquemia con las pruebas no invasoras
3. Pacientes que rechazan los procedimientos invasores.

Comentario

Las pruebas no invasoras, cuando son empleadas en forma adecuada, son más económicas que la coronariografía y poseen un valor predictivo aceptable respecto a la aparición de eventos desfavorables.

La coronariografía detecta lesiones pero no informa sobre el comportamiento funcional de una placa y en la detección de un trombo (un indicador de actividad de la enfermedad). Por otro lado, las placas que producen < 50% de obstrucción son consideradas no quirúrgicas, pero son estas placas las que en su mayoría producen los cuadros agudos de rotura y trombosis (accidente de placa).

De todas maneras, la extensión y severidad de la enfermedad coronaria, así como la disfunción ventricular identificadas por la angiografía, son hasta el presente los más poderosos predictores de evolución a largo plazo.Tratamiento
A- Recomendaciones para el tratamiento farmacológico

Clase I

1. Aspirina en ausencia de contraindicaciones.
2. Beta bloqueadores como tratamiento inicial en ausencia de contraindicaciones.
3. Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) en todos los pacientes que también presentan diabetes o disfunción sistólica del ventrículo izquierdo
4. Antagonistas cálcicos y nitritos de larga duración para reducir los síntomas cuando están contraindicados los beta bloqueadores o cuando éstos no son efectivos o producen efectos colaterales
5. Nitroglicerina sublingual para calmar la angina en forma inmediata
6. Tratamiento con estatinas si la LDL es >130 mg/dl con el objeto de bajarla a <100 mg/dl, habiéndose confirmado la existencia de enfermedad coronaria.

Clase IIa

1. Clopidogrel cuando la aspirina está absolutamente contraindicada
2. Antagonistas cálcicos de larga duración del tipo de las no hidropiridinas en lugar de beta bloqueadores como tratamiento inicial
3. En pacientes con enfermedad coronaria documentada y LDL colesterol entre 100 y 129 mg por dl, se pueden aplicar varias opciones terapéuticas como
cambios en el estilo de vida, especialmente en pacientes con síndrome metabólico
4. Indicar otros agentes hipolipemiantes fuera de las estatinas
5. Inhibidores de la ECA

Clase IIb 
Anticoagulación con warfarina junto con la aspirina
Clase III

1. Dipiridamol.
2. Tratamiento quelante

Comentarios
El tratamiento de la angina estable tiene 2 objetivos: prevenir el IM y la muerte y reducir los síntomas de angina y de isquemia, mejorando la calidad de vida. En los últimos años, los estudios intervencionistas demostraron la eficacia de los inhibidores de la HMG-coenzima A reductasa para reducir la morbimortalidad cardiovascular. Este nuevo paradigma terapéutico debe ser muy tenido en cuenta y por eso estos fármacos se encuentran en primera línea cuando el paciente tiene hipercolesterolemia. La dieta y el ejercicio son menos efectivos. La aspirina es efectiva para prevenir los ataques cardíacos.

Comentarios

Todos los pacientes con angina deben recibir nitroglicerina sublingual e instrucciones para su empleo.
En pacientes con angina nocturna que sugiere vasoespasmo, conviene iniciar tratamiento con nitritos de larga duración y antagonistas cálcicos.

Un beta bloqueador es un tratamiento inicial de preferencia en ausencia de contraindicaciones. Todos ellos son igualmente efectivos.

Los nitritos no están indicados cuando existe estenosis aórtica o miocardiopatía hipertrófica por la hipotensión que pueden producir.

B- Tratamiento de los factores de riesgo
Clase I

1. Tratamiento de la hipertensión de acuerdo a las recomendaciones de la NHLBI
Joint National Conference VI Report on Prevention,
Detection, and Treatment of High Blood Pressure.
2. Supresión del tabaquismo
3. Tratamiento de la diabetes
4. Programa amplio de rehabilitación física
5. Hipolipemiantes en pacientes con LDL colesterol >130 mg/d
6. Reducción de peso en la obesidad

Clase IIa 
1. Cambios de estilo de vida y reducción de peso en pacientes con LDL colesterol >130 mg/d

Clase IIb 
Tratamiento con folato en presencia de hiperhomocisteinemia

Clase III 
1. Terapia de reemplazo hormonal
2. Suplementación con Vitamina C y E
3. Terapia quelante
4. Acupunctura.Recomendaciones para procedimientos invasores
C- Recomendaciones para procedimientos invasores

Clase I 
1. Cirugía de derivación aortocoronaria (CDAC) en pacientes con lesión severa de tronco de coronaria izquierda
2. CDAC en pacientes con enfermedad de 3-vasos. La sobrevida es mejor si el paciente tiene una baja fracción de eyección
3. CDAC en pacientes con enfermedad de 2-vasos y lesión severa proximal de la arteria coronaria descendente anterior (ACDA) que además presentan mala función ventricular o isquemia demostrable por los estudios no invasores
4. Angioplastia intraluminal percutánea (AIP) en pacientes con enfermedad de 2 o 3 vasos con lesión severa de la ACDA, que tienen función ventricular normal y no son diabéticos
5. CDAC o AIP en pacientes con lesión de 1 o dos vasos sin lesión severa de la ACDA pero que tienen una extensa zona de miocardio en riesgo determinada por los estudios no invasores
6. Pacientes con CDAC o AIP previas con estenosis recurrente y una extensa zona de miocardio sano pero isquémico o con riesgo elevado según el estudio no invasor
6. AIP o CDAC en pacientes que no responden a un tratamiento médico adecuado y tienen bajo riesgo quirúrgico.

Clase IIa

1. Nueva CDAC en pacientes con estenosis múltiples severas de las derivaciones aortocoronarias especialmente sobre la ACDA. En los pacientes de alto riesgo quirúrgico se indica la AIP
2. AIP o CDAC en pacientes con lesión severa de la ACDA aislada.

Clase IIb

AIP en pacientes con enfermedad de 3 vasos o lesión severa de la ACDA que son diabéticos o con tienen mala función del ventrículo izquierdo.

Clase III 
1. AIP o CDAC en los pacientes con 1 o 2 arterias enfermas sin lesión de la ACDA con: a) síntomas leves no característicos de isquemia miocárdica; b) tratamiento médico incompleto; sin área isquémica intensa.
2. AIP o CDAC en pacientes con lesiones anatómicas en el límite de lo normal y sin signos evidentes de isquemia
3. AIP en pacientes con lesión severa de tronco y que son candidatos para CDAC.

Estratificación de criterios

 Los criterios han sido obtenidos de las Practice Guidelines establecidos por: American College of Cardiology (ACC), American Heart Asociation (AHA), actualizados a 1999, y son:Clase I: condiciones por las cuales existe evidencia para un acuerdo general de que el procedimiento es útil y efectivo
Clase II: condiciones por las cuales existe evidencia conflictiva o divergencia de opinión respecto de la utilidad o eficacia de realizar el procedimiento. La Clase II necesariamente se divide en Clase Ila y Clase. llb  a saber:

Clase Ila: el peso de la evidencia se inclina a favor de la utilidad o eficacia del procedimiento
Clase llb: la utilidad o eficacia del procedimiento está poco establecida y es dudosa
Clase lll: condiciones por las cuales existe evidencia y acuerdo general de que el procedimiento no es efectivo o puede ser contraproducente 

lunes, 21 de agosto de 2017

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Persistencia de vena cava superior a la izquierda


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Un hombre de 73 años con antecedentes de Diabetes e Hipertensión arterial, fue sometido a un reemplazo de válvula aórtica por estenosis aórtica y se le había colocado un marcapaso por un ritmo de la unión varios años antes. Una Rx de rutina demostró la posibilidad de aneurisma del arco aórtico. El marcapaso estaba funcionando normalmente. Cual es el diagnóstico? 
Se obseva cardiomegalia y un marcapaso ubicado en el lado izquierdo de la Rx cuyos cables toman un curso inusual a través del mediastino hacia la izquierda de la linea media. Una densidad de tejidos blandos (Figura 1A cabezas de flecha). La TAC con contraste mostró que esta densidad era causada por un arco aórtico a la derecha y no por un aneurisma de arco aórtico(Figura 1B flecha). Una arteria subclavia aberrante que nace de un divertículo de Kommerel (Figura 1C cabeza curva) pasando por detrás del esófago. La TAC sin contraste confirmó la presencia de persistencia de vena cava superior a la izquierda (L en Figura 1C) dentro del lado derecho de la vena cava superior (R en Figura 1C) debido a la ausencia de tronco braquiocefálico venoso izquierdo. 
La persistencia de la vena cava superior izquierda ocurre en 0,3% de la población normal y a menudo no es reconocida hasta que al paciente se le intenta colocar un marcapaso. Un arco aórtico a la derecha con una arteria subclavia izquierda aberrante es la mas común anomalía del arco aórtico y tiene una incidencia de 1/2500

Fuente:
J.R.A. 


Turkington, F.R.C.R. 
E. McAteer, F.R.C.R. 
Craigavon Area Hospital
Portadown BT63 5QQ, Northern Ireland, United Kingdom

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Miocarditis por Enfermedad de Lyme

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En una visita en Junio de 2004 un paciente de 49 años reportó fatiga, cansancio, artralgias y cefalea asociado a una historia de 2 días de dolor torácico.
El paciente tenía hipercolesterolemia para lo que tomaba Atorvastatin 20 mg/día y Aspirina 81 mg/día. El había dejado de fumar 20 años antes. Reportó además que su padre había muerto a los 71 años de Infarto de miocardio. El examen físico reveló una frecuencia de pulso de 38 por minuto. Se le realizó el siguiente ECG. Cual es el diagnóstico?
Este paciente de 49 años con fatiga, artralgia cefalea y dolor torácico de 2 dias de evolución presentaba un ECG con un bloqueo cardíaco de 2º grado tipo Mobitz figura de arriba, por lo que fue hospitalizado. Se descartó Infarto de miocardio. Se realizó un ecocardiograma que fue normal. Se realizó un análisis serológico para Enfermedad de Lyme que fue positivo y se obtuvo entonces confirmación por Western Blott. Se reinterrogó al paciente que admitió haber sido picado por una garrapata seis semanas antes y que en ese momento había presentado un breve estado febril sin rash que atribuyó a un estado gripal.
Se le administró Ceftriaxona 2 Grs /día. En el 4º día de tratamiento antibiótico el bloqueo de 2º grado se resolvió pero persistió un bloqueo de 1º grado y algunos cambios inespecíficos de probable isquemia. Se le realizó un estudio de perfusión con cámara gamma y Dipiridamol que reveló un defecto anterolateral reversible consistente con isquemia o miocarditis. Se realizó un cateterismo coronario que fue normal. Dos semanas después del tratamiento con Ceftriaxona el ECG fue normal (Figura de abajo), y el paciente se sentía bien.
El bloqueo cardiaco asociado a Enfermedad de Lyme responde al tratamiento antibiótico y raramente requiere colocación de marcapaso permanente

Fuente:

Ralph Rosenberg, M.D. University of Connecticut Health Center Avon, CT 06001

lunes, 7 de agosto de 2017

Efectos cardiovasculares de la cocaina

Autor: Havakuk O, Rezkalla SH, Kloner RA J Am Coll Cardiol 2017;70:101–13
Resumen 
La adicción a la cocaína es una amenaza considerable a la integridad del sistema cardiovascular. La mayoría de las consultas a los servicios de urgencia relacionadas con el consumo de drogas son por motivos cardiovasculares causados por la cocaína. A la inversa de otras drogas adictivas, la cocaína ejerce sus diversos efectos a adversos, a menudo graves, a través de numerosas vías fisiopatológicas. En este artículo se analizan los efectos cardiovasculares de la cocaína y las opciones terapéuticas para los mismos.
Introducción
El empleo de hojas de cocaína mascadas, ya sea como estimulante o como instrumento de comunicación con los dioses, se registra desde el año 2500 AC. La aceptación de la cocaína en la cultura europea fue mucho más tardía y se reactivó hacia fines del siglo XIX cuando médicos prestigiosos como Sigmund Freud la recomendaron contra la depresión y la indigestión (3). En 1884 se aplicó por primera vez polvo de cocaína disuelto en la córnea de una rana y podría decirse que esto fue el nacimiento de la anestesia local (1).
El empleo de la cocaína continuó a pesar de que en los EEUU se prohibió ya desde 1914, llegando a 2 millones de personas en 2007 (5). Pronto se reconocieron sus numerosos efectos perjudiciales sobre el sistema cardiovascular En este artículo se describen los conocimientos actuales sobre la compleja relación entre la cocaína y el sistema cardiovascular y se tratan de formular recomendaciones específicas sobre las mejores maneras de enfrentar los efectos tóxicos cardíacos de la cocaína.

► FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA
La cocaína es un alcaloide natural extraído de las hojas de la Erythroxylum coca, aislado por primera vez en 1860 (6). Es metabolizada por las esterasas hepáticas y plasmáticas a metabolitos activos e inactivos (7) que son finalmente excretados en la orina (8). El inicio y la duración de los efectos de la cocaína dependen de la vía de empleo. En general, las vías intravenosa e inhalatoria (es decir fumada) tienen inicio de acción muy rápido (segundos) y duración breve (30 min) en relación con la absorción a través de la mucosas (oral, nasal, rectal, vaginal) (9).
La excreción de la cocaína y sus metabolitos es igual por cualquier vía de ingestión; la semivida es de 60- 120 min y la de sus metabolitos es de aproximadamente 4 - 7 hs (7). Estas semividas se pueden prolongar considerablemente con dosis repetidas. (10).
 El efecto hemodinámico de la cocaína es dependiente de la dosis
  1. Los efectos tóxicos tempranos inducen taquicardia e hipertensión; los estadios avanzados muestran más aumentos de la frecuencia cardíaca y la presión arterial (PA).
     
  2. En etapas tardías se halla un efecto depresivo significativo, con bradicardia e insuficiencia circulatoria graves (11). Debido a que algunos metabolitos de la cocaína continúan activos, podrían ejercer efectos cardiovasculares similares a los de la droga (12).

► HIPERTENSIÓN
La cocaína potencia los efectos simpáticos agudos sobre el sistema cardiovascular(46), con los consiguientes aumentos de los efectos inotrópicos y cronotrópicos y el aumento de la vasoconstricción periférica. Esta respuesta vasoconstrictora también es afectada por el aumento de los valores de endotelina-1 (16), la afectación de la vasorrelajación inducida por la acetilcolina (17), el trastorno del manejo del calcio intracelular (19) y el bloqueo de la óxido nítrico (ON) sintasa (18).
Además, se halló que la vasoconstricción de lechos arteriales específicos era inducida por el efecto bloqueador de los canales de sodio por la cocaína (44). En un estudio clínico, la administración intranasal de 2 mg/kg de cocaína produjo aumento agudo del 10% - 25% de la presión arterial (23).
Existe profusa evidencia de la posible inducción de hipertensión crónica en adictos a la cocaína; esta induce daño endotelial y aumenta la fibrosis vascular (49). Además se demostró hipertrofia cardíaca y fibrosis mesangial renal en autopsias de adictos a la cocaína (50).
Sin embargo, se halló solo un 20% de prevalencia de hipertensión crónica en un estudio efectuado con 301 adictos a la cocaína (51). En el estudio CARDIA (Coronary Artery Risk Development in Young Adults), que investigó  los efectos cardiovasculares alejados de la drogadicción en 3848 participantes, no se encontraron diferencias en las tasas de hipertensión crónica en los 1471 adictos a la cocaína durante 7 años en relación con el resto de la cohorte (52). No hay datos que expliquen esta controversia.

► DISECCIÓN AÓRTICA
En el International Registry for Aortic Dissection (IRAD), que obtuvo datos de 17 centros internacionales, la prevalencia de adictos a la cocaína entre los casos de sección aórtica (DA) aguda fue de solo el 0,5% (53), pero dos estudios unicéntricos (54,55) informaron el 37% y el 9,8% de prevalencia de adicción a la cocaína en casos de DA aguda, la mayoría en pacientes jóvenes (media de edad 41 ± 8,8 años y 47  6,8 años, respectivamente). La cocaína indujo apoptosis celular y necrosis en el músculo liso vascular con la consiguiente debilitación de la pared vascular (20).
Un estudio ecocardiográfico efectuado en adictos a la cocaína mostró reducción de la elasticidad aórtica, aumento de las dimensiones de la aorta torácica y rigidez en relación con personas normales de control (57). También es necesario considerar la vía de consumo de la cocaína. Hue et al. (54) publicaron que 13 de 14 pacientes con DA aguda relacionada con DA fumaban crack.
El inicio rápido de acción de la cocaína fumada desencadena una respuesta hemodinámica aguda y su corta duración de acción induce el empleo frecuente a intervalos cortos (58), exponiendo al paciente a repetidos episodios de estrés hemodinámico.

► ISQUEMIA E INFARTO DEL MIOCARDIO Y ENFOQUE DEL DOLOR PRECORDIAL
El riesgo de infarto del miocardio (IM) aumenta hasta 24 veces en la primera hora posterior al abuso de consumo de cocaína
La isquemia del miocardio inducida por la cocaína se produce por aumento de la demanda de oxígeno miocárdico como resultado del aumento del efecto inotrópico y cronotrópico (15), que se acompaña inapropiadamente por vasoconstricción coronaria y un estado protrombótico.
La aterosclerosis acelerada en adictos a la cocaína se demostró en un estudio de autopsias que comparó entre los no adictos y los adictos a la cocaína que murieron con trombosis coronaria aguda (27). Se halló aumento de la cantidad de mastocitos por segmento coronario en los adictos, sugestiva de un estado inflamatorio local aumentado.
Sin embargo, no se ajustó entre los grupos para un importante factor de confusión como el tabaquismo (27). Otro estudio a gran escala de autopsias demostró enfermedad coronaria a nivel epicárdico en el 28% y enfermedad de los pequeños vasos en el 42% de las muertes súbitas relacionadas con la cocaína. Un mecanismo inusual para la trombosis coronaria, la erosión de placa, también se halló en los adictos a la cocaína (28).
Considerando el efecto prejudicial que la cocaína puede tener sobre el equilibrio del aporte y la demanda de oxígeno, no es sorprendente que la precordialgia sea el motivo de consulta en los adictos en los servicios de urgencia (59) y que el riesgo de infarto del miocardio (IM) aumentara hasta 24 veces en la primera hora posterior al abuso de consumo de cocaína (60).
El diagnóstico de IM relacionado con la cocaína puede ser difícil. La mayoría de estos pacientes tienen un electrocardiograma (ECG) patológico (61,62) y aumento de la creatinina cinasa (62,63) (aunque la troponina cardíaca identifica con mayor exactitud los casos de IM) (64). Además, no todo dolor relacionado con la cocaína es cardíaco; puede ser, por ejemplo, de origen pleurítico o musculoesquelético. (66,67).
Weber et al. (61) efectuaron un estudio prospectivo con 344 adictos a la cocaína evaluados por dolor precordial. Los pacientes de alto riesgo (supradesnivel ST >1 mm, aumento de la troponina cardíaca, precordialga recurrente e inestabilidad hemodinámica) fueron hospitalizados. A los 302 pacientes restantes se los controló en el servicio de urgencias con ECG y troponina cardíaca durante 12 hs antes  de darles el alta.
Durante un seguimiento de 30 días, no hubo mortalidad en este grupo y sólo el 1,6% sufrieron IM (61). Debido a que las complicaciones tienden a aparecer poco después de la consulta, aunque el paciente sufra un IM (68), estos y otros datos (69) avalaron la seguridad del enfoque de 12 hs de observación en la precordialgia relacionada con la cocaína, enfoque también sugerido por las recomendaciones de 2012 del American College of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA). (70). Es importante señalar que el supradesnivel ST es prevalente entre los adictos a la cocaína y por ello la definición de “pacientes de alto riesgo” es menos confiable.
La base para tratar con nitratos (73), fentolamina (bloqueador del receptor α) (23) o verapamilo (bloqueador de los canales de calcio) (74) la precordialgia relacionada con la cocaína proviene de estudios que muestran retroceso de la vasoconstricción coronaria con cualquiera de estos fármacos en el ambiente controlado del laboratorio de cateterismo cardíaco.
Se debe tener en cuenta que, a pesar de que se demostró vasoconstricción coronaria, ninguno de los participantes en estos estudios clínicos sufrió precordialgia y que cada uno de estos fármacos indujo taquicardia significativa (23, 73, 74), que podría agravar la demanda de oxígeno miocárdico en pacientes expuestos a la cocaína.

► 
TRATAMIENTO CON β-BLOQUEANTES.
Considerando los efectos hemodinámicos favorables de los β-bloqueantes, el enfoque general del tratamiento con β -bloqueantes tras la exposición a la cocaína fue inicialmente positivo (75,76).
Un caso clínico en 1985 (77) sugirió que el bloqueo selectivo de los b-receptores podría producir hipertensión paradójica debida a la estimulación del receptor sin oposición. Otro efecto perjudicial de los β- bloqueantes sugerido es la vasoconstricción coronaria, confirmada por estudios en animales (80), si bien en estos no se halló que la cocaína sola, sin propanolol, indujera vasoconstricción coronaria.
En varios estudios clínicos no se demostró que el propanol tuviera efecto sobre la vasoconstricción coronaria inducida por la cocaína, si bien no se hallaron efectos sobre la PA ni taquicardia (81, 82). Se sugirió que el informe del caso de un paciente tratado con metoprolol tras consumir 1000 mg de cocaína y que sufrió colapso cardiovascular y muerte (83) sería un ejemplo de la posible relación perjudicial entre la cocaína y los β -bloqueantes, aunque el paciente no experimentó aumento de la PA tras el tratamiento con metoprolol y además había consumido una dosis alta de cocaína, que podría haber sido responsable del colapso.
Como resultado de esta idea, una declaración científica de la ACC/AHA sobre el tratamiento de la precordialgia y el IM asociados con la cocaína en 2008 recomendó no emplear tratamiento con β bloqueantes en estos pacientes (84).
Sin embargo, ya sea debido a la falta de observancia de estas recomendaciones o a que no todos los pacientes revelan su adicción a la cocaína cuando están recibiendo tratamiento de urgencia, se publicaron informes sobre numerosos pacientes tratados con β -bloqueantes tras la exposición a la cocaína que generalmente mostraron efectos cardiovasculares neutros o favorables (85–87). Además, estudios prospectivos sobre la seguridad de los β -bloqueantes en pacientes expuestos a la cocaína mostraron también resultados favorables (88,89).
Las recomendaciones de 2012 de la ACC/AHA afirman que los β -bloqueantes no selectivos se podrían considerar en pacientes con hipertensión o taquicardia persistentes tras el empleo de cocaína, siempre y cuando recibieran tratamiento con un vasodilatador (70).
Los β -bloqueantes son un tratamiento esencial para mitigar los estados hiperadrenérgicos, disminuyen la demanda de oxígeno y se consideran un tratamiento que puede salvar vidas en la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca (IC) y las miocardiopatías.
La respuesta hipertensiva como consecuencia de la α-estimulación sin oposición tras el tratamiento con β -bloqueantes en pacientes expuestos a la cocaína se ve raras veces o incluso puede ser la opuesta. Asimismo, se puede encontrar evidencia indirecta de la seguridad de los β - bloqueantes no selectivos en la vasoconstricción coronaria inducida por la cocaína en un estudio retrospectivo en el que el aumento de la troponina fue similar en pacientes tratados o no tratados con β -bloqueantes (86).

► ENFOQUE DE LA PRECORDIALGIA INDUCIDA POR LA COCAÍNA
Cuando un paciente consulta por precordialgia relacionada con la cocaína se lo debe evaluar primero con la anamnesis, el examen físico y los signos vitales, seguidos por el ECG y la troponina cardíaca. Los pacientes que continúan con supradesnivel ST en el ECG deben ser derivados directamente para efectuar una arteriografía coronaria con posible angioplastia y colocación de un stent (70).
Los adictos a la cocaína que recibieron un stent, tuvieron aumento del riesgo de trombosis(91), ya sea por el efecto protrombótico del abuso continuo de la cocaína o por la falta de adherencia al tratamiento antiplaquetario y por eso se debe elegir  el tipo de stent en consecuencia. Aunque los stents liberadores de fármacos se emplean ocasionalmente para tratar a los adictos a la cocaína (92), la mayoría de estos reciben los stents metálicos (93), que son los recomendados por las declaraciones científicas de la ACC/AHA 2008 y 2012 para los adictos a la cocaína (70,84).
Los autores de este artículo emplean stents metálicos simples y, de ser necesario, clopidogrel, Asimismo, examinan la función plaquetaria antes del alta para descartar resistencia al clopidogrel. El tratamiento con fibrinolíticos frente a un presunto IM se debe sopesar con el riesgo de DA relacionado con la cocaína. Los pacientes con características de alto riesgo serán hospitalizados con monitoreo estricto.
  • La gran mayoría de los pacientes de bajo riesgo se pueden controlar con ECG repetidos y troponinas cardíacas durante 12 hs. Aquellos que tienen un estado hiperexcitable con taquicardia e hipertensión deben recibir benzodiacepinas intravenosas (84).
     
  • A pesar de las recomendaciones actuales y tras repasar los datos mencionados antes los autores aconsejan considerar los β -bloqueantes no selectivos en los pacientes post IM tanto agudos como crónicos. Otros fármacos, como los antiplaquetarios y los anticoagulantes, se deben emplear según las recomendaciones aceptadas y considerando el riesgo de DA en los adictos a la cocaína.

► MIOCARDIOPATÍA, MIOCARDITIS E INSUFICIENCIA CARDÍACA
Aunque las cicatrices miocárdicas se consideran como causa principal de la disfunción del ventrículo izquierdo (VI) en adictos a la cocaína, experimentos en animales (95) y en seres humanos (96) mostraron que la administración de cocaína intracoronaria causaba aumento agudo de las presiones del VI, dilatación del VI y disminución de su contractilidad. Estos resultados coinciden con los informes de casos de pacientes expuestos a la cocaína que experimentaron el inicio agudo de IC con arterias coronarias normales en la arteriografía (97,98). Igualmente, se informó IC crónica y disfunción del VI en adictos a la cocaína sin cardiopatía isquémica (99).
La fisiopatología detrás de estos datos incluye descarga adrenérgica inducida por la cocaína (46), un trastorno similar a la miocardiopatía inducida por el feocromocitoma y la miocardiopatía de Takotsubo (informada en adictos a la cocaína) [100]).
Un complejo informe sobre los datos histológicos e inmunohistoquímicos hallados en la miocardiopatía inducida por cocaína versus la miocardiopatía dilatada idiopática mostró aumento significativo del volumen de los miocitos y de las especies reactivas del oxígeno en la miocardiopatía inducida por cocaína, aunque los resultados de la resonancia magnética fueron comparables entre ambos grupos (104). La cocaína induce miocarditis a través de altas concentraciones de catecolaminas, creando necrosis miocárdica y reacción inmunitaria o a través de la inducción de miocarditis eosinófila (30).

► ARRITMIAS
Dosis altas de cocaína prolongan el intervalo QT
La gran frecuencia de corazones de aspecto normal en casos de mortalidad relacionada con la cocaína (108) probablemente sea debida a arritmias. El aumento del tono simpático inducido por la cocaína se relaciona con el aumento del riesgo de arritmias cardíacas (32,109). Combinado con la inducción de isquemia miocárdica y repolarización cardíaca prolongada, este aumento del tono simpático podría inducir ectopias ventriculares, prolongación del intervalo QT, torsade de pointes y fibrilación ventricular (FV) (33,68).
Las lesiones miocárdicas causadas por miocarditis inducida por la cocaína podrían producir arritmias ventriculares, ya sea en la fase aguda o después de la recuperación (110).
La cocaína es un potente bloqueador  miocárdico de los canales iónicos de las corrientes de sodio, potasio y calcio. La inhibición de los canales de sodio dependientes del voltaje causa mayor lentitud de la conducción e incluso total falta de excitabilidad (39). A su vez, la taquicardia inducida por la cocaína podría exacerbar el bloqueo de los canales de sodio. El efecto bloqueante del sodio de la cocaína podría también aumentar la dispersión miocárdica de la repolarización en personas susceptibles, produciendo supradesnivel del segmento ST tipo Brugada y predisposición a la FV (36).
Se observó un efecto de la cocaína dependiente de la dosis sobre los canales de sodio; en una serie de casos de paros cardíacos relacionados con la cocaína, se hallaron asistolia cardíaca en pacientes expuestos a dosis altas del fármaco y supradesnivel ST tipo Brugada y FV en pacientes expuestos a dosis bajas (41). Los efectos bloqueantes de los canales de sodio se intensificaron en circunstancias a menudo halladas en la adicción a la cocaína; el aumento de la acidez, como resultado de isquemia local o del efecto sistémico de la cocaína (111), aumentó el efecto de la cocaína sobre los canales de sodio (112).
Asimismo, el cocaetileno, un subproducto del consumo conjunto de cocaína y alcohol, agrava la inhibición de los canales iónicos cardíacos (113). Opuesto al efecto de los canales de sodio sobre la despolarización, el efecto inhibidor de la cocaína sobre el canal de potasio repolarizante codificado como KCNH2-produce prolongación del intervalo QT, posdespolarizaciones precoces, taquiarritmias ventriculares (35).
También el consumo de alcohol y la producción de cocaetileno aumenta el bloqueo de los canales de potasio y la prolongación de QT (114), efectos que se podrían agravar por el consumo de metadona, que prolonga el intervalo QT y es empleada a menudo por los adictos a la cocaína  (115).
En resumen, dosis altas de cocaína prolongan el intervalo QT a través del efecto inhibitorio de la droga sobre los canales de potasio y de calcio, y simultáneamente causan bradicardia debido al bloqueo de los canales de sodio, alteración que predispone a lostorsade de pointes.
La hipertermia inducida por la cocaína, ya sea por un estado hipermetabólico (117) o debido a la insuficiente disipación del calor (38), es otro efecto sistémico importante de la droga. (118). Se demostraron diversos cambios electrocardiográficos y arritmias cardíacas en la hipertermia relacionada con la cocaína (78), así como en la no relacionada con esta (119). Este mecanismo podría explicar la mayor frecuencia de mortalidad asociada con la cocaína en ambientes cálidos (118). Por último, el efecto bloqueador nervioso de la droga podría afectar directamente el sistema neurovegetativo con bloqueo nervioso y bradicardia paradojal (40).
► ENFOQUE DE LAS ARRITMIAS INDUCIDAS POR LA COCAÍNA
Se debe evaluar primero el estado general del paciente, incluido el grado de excitabilidad, la temperatura corporal, la estabilidad hemodinámica, el pH y la presencia de isquemia (40). Se recomienda  ECG inmediato y monitoreo  continuo del mismo durante el período inicial de evaluación. Se debe buscar si hay prolongación del intervalo QT y desequilibiro electrolítico.
En el caso de hipertermia, se debe iniciar el enfriamiento. El tratamiento con bicarbonato de sodio contrarresta el efecto bloqueante del sodio que tiene la cocaína, a la par que corrige el aumento de la acidez (120). El aumento del tono simpático se debe tratar con benzodiacepinas (84).
Los β-bloqueantes no selectivos son útiles en este contexto. Debido a que la mayoría de los pacientes reaccionan bien a este tratamiento, habitualmente no se necesitan medicamentos antiarrítmicos y si se emplean, debe ser con cautela Al ser el mecanismo de acción de los medicamentos Clase 1A/1C similar al de la cocaína, se deben evitar (112).
La lidocaína podría ser una alternativa segura en caso de arritmias ventriculares prolongadas (121).
No hay datos sobre la eficacia y seguridad de la amiodarona (122).
La emulsión de lípidos intravenosa puede ser útil en casos extremos de intoxicación con cocaína (124).

► HIPERTENSIÓN PULMONAR
Un estudio retrospectivo de 340 pacientes con hipertensión pulmonar (126) demostró que los que sufrían hípertensión pulmonar idiopática tenían 10 veces más probabilidades de tener antecedentes de empleo de drogas estimulantes que los pacientes con hipertensión pulmonar y un factor de riesgo conocido. No obstante, los datos específicos sobre la hipertensión pulmonar inducida por la cocaína son menos concluyentes. Un estudio sobre el efecto agudo de la cocaína intravenosa sobre la vasculatura pulmonar mostró que la cocaína no produjo aumento de la presión arterial pulmonar (127); sin embargo los fumadores crónicos de crack tenían aumento del riesgo de hipertensión pulmonar (128).

► VASCULITIS
Las lesiones destructivas de la línea media inducidas por la cocaína se  mencionaron pocas veces (132,133) y se las puede atribuir a vasoconstricción intensa, isquemia de la mucosa nasal, lesión traumática repetida causada por cristales de cocaína insuflada e infecciones locales recidivantes, pero también a vasculitis con anticuerposcitoplasmáticos antineutrófilos positivos (ANCA por las siglas del inglés), (antes enfermedad de Wegener) (133).
Otro tipo de vasculitis ANCA–positiva relacionada con la cocaína tiene características más sistémicas, con fiebre, lesiones purpúricas de la piel, lesión renal aguda y glomerulonefritis (134). Es importante saber que la relación entre cocaína y vasculitis se confunde, ya que ambos tipos de vasculitis se relacionan con el adulterante levamisol, que induce la producción de autoanticuerpos (133,134). El tema necesita más investigación.

► ACCIDENTE CARDIOVASCULAR (ACV)
Registros unicéntricos demostraron aumento de la frecuencia de adicción a la cocaína en pacientes con ACV tanto isquémico como hemorrágico (135,136), especialmente en los <60 años. Un modelo de regresión logística en > 3.000.000 de pacientes hospitalizados confirma estos datos (137).
Los mecanismos que participan en el ACV relacionado con la cocaína son:
  • hipertensión aguda(15)
  • disfunción endotelial y el daño vascular (17)
  • estado protrombótico (24)
  • alteración del flujo sanguíneo cerebral (45)
  • vasoconstricción de las arterias cerebrales inducida por el efecto bloqueador de sodio de la cocaína (44).

Un estudio de casos y controles con más de 1000 pacientes con ACV mostró que aunque una proporción  similar de participantes en ambos grupos estaban expuestos a la cocaína, el momento del empleo de la misma (< 24 hs antes) se relacionó con el comienzo del ACV (138).
Sin embargo, solo 26 de los 1090 casos de ACV estaban relacionados con el empleo de cocaína, observación similar a la de estudios anteriores que demuestran una relación contradictoria entre la cocaína y el riesgo de ACV (139). Las recomendaciones de la AHA 2015 para el tratamiento de la hemorragia intracraneal espontánea (141) aconsejan la pesquisa toxicológica en todos los pacientes.

► CONCLUSIONES
La adicción a la cocaína es una amenaza considerable a la integridad del sistema cardiovascular. En contraste con otras drogas, como la heroína o las metamfetaminas que ejercen sus efectos perjudiciales a través de un mecanismo limitado, la cocaína tiene numerosas vías fisiopatológicas por las que afecta el sistema cardiovascular. La cocaína también es muy adictiva e influye significativamente sobre la conducta (145). Informes desalentadores sobre la prevalencia actual de la adicción en adolescentes (146), podrían aumentar la conciencia de los posibles efectos perjudiciales a futuro de esta peligrosa droga.
Resumen y comentario objetivo: Dr. Ricardo Ferreira

Características y patron temporal de reingresos de los pacientes con fibrilacion auricular hospitalizados en servicios medicos

ORIGINAL
Características y patrón temporal de reingresos de los pacientes con fibrilación auricular hospitalizados en servicios médicos
Characteristics and temporal pattern of readmissions of patients with atrial fibrillation hospitalized in medical departments
I. Iñiguez Vázquez, R. Monte Secades, M. Matesanz Fernández, E.M. Romay Lema, D. Rubal Bran, E. Casariego Vales
Servicio de Medicina Interna, Hospital Lucus Augusti, Lugo (Galicia), España
Recibido 13 diciembre 2016, Aceptado 07 marzo 2017
Resumen
Objetivo
Conocer las características de los pacientes con fibrilación auricular (FA) en el ámbito hospitalario y sus sucesivos ingresos.
Método
Estudio retrospectivo de cohortes con la totalidad de los ingresos hospitalarios en el área médica del hospital de Lugo entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2013. La fuente de información fue el conjunto mínimo básico de datos del centro.
Resultados
Se registraron 149.271 ingresos hospitalarios correspondientes a 66.286 pacientes. Con respecto al total, el porcentaje de ingresos y pacientes con FA fue del 17,3% (25.870) y 18,9% (12.512), respectivamente. Los pacientes con FA se caracterizaron por una mayor proporción de mujeres (49,7 frente a 44,3%; p<0,0001), mayor edad (78,3 [DE 10,2] frente a 67,1 años [DE 17,9]; p<0,0001), más enfermedades crónicas (4,2 [DE 2,1] frente a 2,9 [DE 1,9]; p<0,001), estancia hospitalaria más prolongada (12,5 [DE 12,5] frente a 10,6 días [DE 19,9]; p<0,0001) y una elevada tasa de reingresos (3,0 [DE 2,75] frente a 2,1 [DE 2,28]; p<0,001), con un acortamiento progresivo del tiempo entre ingresos. El servicio de Medicina Interna asumió la atención de más de la mitad de los enfermos con FA. Los diagnósticos secundarios asociados más frecuentes fueron: enfermedad pulmonar obstructiva crónica, ictus, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, otras enfermedades del aparato respiratorio e hipertensión arterial.
Conclusiones
La FA se presenta en pacientes de alta complejidad, ingresados mayoritariamente en servicios de Medicina Interna, y se asocia a una elevada tasa de reingresos. Es preciso considerar las enfermedades asociadas a la FA que permitan un enfoque global de estos pacientes.
Abstract
Objective
To determine the characteristics of patients with auricular fibrillation (AF) in the hospital setting and their successive hospitalisations.
Method
A retrospective cohort study was conducted on all hospital admissions in the medical area of hospital of Lugo between January 1, 2000 and December 31, 2013. The data source was the centre's minimum basic data set.
Results
A total of 149,271 hospital admissions corresponding to 66,286 patients were recorded. Of the total, the percentage of admissions and patients with AF was 17.3% (25,870) and 18.9% (12,512), respectively. The patients with AF were characterized by a larger proportion of women (49.7 vs. 44.3%; P<.0001), advanced age (78.3 [DE 10.2] vs. 67.1 years [DE 17.9]; P<.0001), more chronic diseases (4.2 [DE 2.1] vs. 2.9 [DE 1.9]; P<.001), longer hospital stays (12.5 [DE 12.5] vs. 10.6 [DE 19.9] days; P<.0001) and a high rate of readmissions (3.0 [DE 2.75] vs. 2.1 [DE 2.28]; P<.001), with a progressive shortening of the time between hospitalisations. The department of internal medicine was responsible for the care of more than half of the patients with AF. The most common associated secondary diagnoses were chronic obstructive pulmonary disease, stroke, heart failure, ischemic heart disease, other respiratory system diseases and arterial hypertension.
Conclusions
AF occurs in highly complex patients, who are mostly hospitalized in internal medicine departments, and is associated with a high rate of readmissions. We need to consider the diseases associated with AF for an overall approach to these patients.

martes, 27 de junio de 2017

Un tratamiento oral podría disminuir las consecuencias del infarto en la función cardíaca

La administración diaria de un nuevo inhibidor de las calpaínas reduce el remodelado ventricular y mejora la función contráctil a los 21 días del evento cardiovascular.
  • De izquierda a derecha, David Alujas, Javier Inserte y David García Dorado.
El grupo de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), grupo perteneciente al CIBERCV  liderado por el Dr. David Gacía-Dorado, ha llevado a cabo un estudio con ratas en el que han demostrado por primera vez que la inhibición crónica de las calpaínas (unas enzimas activadas por el aumento del calcio intracelular) es posible mediante un tratamiento oral y podría convertirse en una estrategia terapéutica para atenuar los daños en el corazón tras infarto agudo de miocardio. En estudios previos habían demostrado que la activación de las calpaínas desempeña un papel importante en la muerte de células miocárdicas durante la reperfusión y que su inhibición disminuye el tamaño del infarto.

En el presente estudio, publicado en la revista Cardiovascular Research, utilizando un modelo de infarto por oclusión coronaria transitoria en ratas, el Dr. Javier Inserte y colaboradores demuestran que las calpaínas persisten sobreactivadas durante las semanas siguientes a un infarto y que esa sobreactivación desempeña un papel fundamental en la aparición del remodelado ventricular adverso (una serie de cambios que afectan al corazón después del infarto favoreciendo la aparición de arritmias).

“La administración oral diaria de un nuevo inhibidor de las calpaínas -con propiedades específicas que lo hacen absorbible por vía oral- previene esta sobreactivación, reduce el remodelado ventricular y mejora la función contráctil a los 21 días del infarto, incluso si el tratamiento se comienza un día después del episodio de oclusión coronaria, disminuyendo la hipertrofia, la fibrosis y la inflamación en el miocardio no infartado”, explica el Dr. Javier Inserte, investigador del VHIR. Los resultados sugieren que este efecto protector de la inhibición de la calpaína es debido a la prevención del efecto de la calpaína sobre moléculas reguladoras de la expresión génica.

Este estudio demuestra por primera vez que la inhibición crónica de las calpaínas es posible mediante un tratamiento oral y puede representar una estrategia terapéutica dirigida a atenuar el remodelado adverso y la insuficiencia cardiaca en pacientes que sobreviven a un infarto agudo de miocardio”, resalta el Dr. García-Dorado. Dada la importancia del remodelado adverso post-infarto como causa de insuficiencia cardíaca y la ausencia de tratamientos capaces de prevenirlo eficazmente, estos resultados son muy prometedores.